Di Lampedusa
Giuseppe Tomasi di Lampedusa, escritor italiano, alcanzó la gloria después de muerto, con una sola novela de época que ha dado lugar al neologismo "gatopardiano", para describir una circunstancia en que se cambia para no cambiar.
Di Lampedusa retrata con acierto a esa ralea política acomodaticia que se amolda a las circunstancias del momento y siempre queda dentro de la clase dominante por cualquiera de los medios, abjurando de lo que antes estaba cierto.
Peter Robb publicó en el diario español El País un reportaje en que compara la obra de Di Lampedusa con la de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, dado que en ambas se hace referencia al poder dinástico, muchas veces heredado por seres que no están a la altura del compromiso que les impone su tiempo y su posición. Quizá sea posible apreciarla a la luz de los textos de Juan Rulfo, especialmente la que fue también su única novela, Pedro Páramo.
Si lo que se busca es ubicar la obra en su estructura fundamental, llena de la energía creativa y de tensiones e intensiones que empiezan en las relaciones interpersonales y se proyectan a las dimensiones históricas, entonces habría que echar mano de la genialidad de Stendhal y Tolstói para encontrar los parámetros adecuados a fin de calificar esta obra que pronto se convirtió en un clásico de la literatura universal, llevada al cine a poco de haber aparecido, pero sin acierto.
Clásica es también la frase lapidaria: "Que todo cambie para que todo siga igual", que resume la esencia de la novela que transcurre en la Sicilia de los 50s, en la época de la decadencia y muerte de su aristocracia desde la agonía del último de una noble estirpe. La agudeza política de Di Lampedusa sobre la adaptación de Sicilia a las nuevas realidades proporcionó la frase que, desde entonces, ningún comentarista ha dejado de citar y se ha integrado al diccionario.
Como en el caso de Rulfo, Giuse-ppe Tomasi escribió también un libro de cuentos en los que deja ver un magistral manejo de la narrativa, con el título I racconti. El principal de los cuatro que el volumen reúne, La sirena (conocido también como Lighea o El profesor y la sirena), fue escrito en el invierno de 1956-1957, meses antes de morir; en él, su manejo del lenguaje es extraordinario, mezclando con gran habilidad, un cuento dentro de otro cuento, recreando una alucinante realidad, mediante la ficción, el mito y una amplia cultura.
En el prólogo de El Gatopardo, escribió Giorgio Bassani: "Pero lo que más me urge ahora es llamar la atención especialmente sobre su único libro, completo en todas sus partes, que nos ha dejado. Amplitud de visión histórica unida a una agudísima percepción de la realidad social y política de Italia contemporánea, de Italia de hoy; delicioso sentido del humor; auténtica fuerza lírica; perfecta siempre, a veces encantadora, realización expresiva: todo esto, a mi entender, hace de esta novela una obra excepcional. Una de esas obras, precisamente, para las que se trabaja o se prepara uno toda una vida".
Aunque el autor establece los acontecimientos de su novela en Sicilia, bien pueden trasladarse a otras latitudes; México, por ejemplo, donde, por aquellas fechas también se jugaba al gatopardismo sexenal, en que se cambiaba de presidente de la República para que nada cambiara. Así fue posible crear la más prolongada etapa de bienestar, progreso y estabilidad de que se tenga memoria. Obligación fundamental era que el presidente nombrara a su sucesor para asegurar la continuidad de la democracia con justicia social. Nada que ver con lo de hoy.
Lo de hoy, que no es más que la entrega del poder político a los intereses del poder económico para cebar a una casta privilegiada a costa de la miseria de las mayorías. Ahora se busca que haya un cambio para que nada cambie y sigan los hombres más ricos de planeta engordando.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa vio la luz por primera vez en Palermo, el 23 de diciembre de 1861 y entregó su alma al creador en Roma, el 23 de julio de 1957.
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